El valor de educar.

 El valor de educar.

Biografía.

Fernando Savater

            Fernando Savater (21 de junio de 1947) filósofo, activista y novelista. Nació en San Sebastián, España. Al terminar la escuela empezó a estudiar filosofía y luego ética en la Universidad del País Vasco. Al terminar comenzó a trabajar en la divulgación de escritos relacionados a la crítica cultural. Su estilo le permitió crear un gusto estético y una multitud de seguidores. Sus obras éticas son un bestsellers, el máximo ejemplo es: Ética para Amador (1995): carta abierta al hijo adolescente del autor que en ocasiones se define como un tratado de ética, o un manual divulgativo.  Por la misma línea transita El contenido de la felicidad (1996).

            Recibió influencia de los filósofos de la Escuela de Frankfurt, de Cioran y del pensamiento libertario de Agustín García Calvo. Se unió con Javier Pradera para crear la revista de pensamiento Claves. Se caracterizó por la irreverencia de sus declaraciones sobre temas como los nacionalismos, la naturaleza del poder o las posibilidades renovadoras de la democracia. Savater empezó a frecuentar los círculos de intelectuales culturales, estéticas y políticas, de sus experiencias resultaron una serie de libros: Apología del sofista (1973), Escritos politeístas (1975), La filosofía como anhelo de la revolución (1976) y La piedad apasionada (1977). Para ese momento también publicó ensayos: Nihilismo y acción (1970) y La filosofía tachada (1972).

            En su papel como filosofo adelantó investigaciones sobre los objetos y los mecanismos de la ética. La tarea del héroe (1982) gracias a este ganó el Premio Nacional de Literatura, también publicó Invitación a la ética (1982) el español plantea y expone la exigencia revolucionaria de la no-instrumentalización del hombre y la afirmación de la capacidad de elección del sujeto humano, a pesar de la fatalidad y el azar. Siguiendo su filosofía Dios es una fuente de significado y de solución de escisiones y paradojas.

            Una de sus obras más populares es Ética para Amador, constituye una valiosa invitación a la reflexión moral, obra que puede ser leída sin mayores requisitos por cualquier persona. La moral que propone Fernando Savater, se basa en el descubrimiento de lo que cada uno quiere, tener una buena vida. Pero nuevamente la cuestión es saber en qué consiste ello. Realmente plantea Savater en sus líneas que no es fácil descubrir qué es lo que realmente quiere el humano. La perspectiva teórica en la que se inscribe Fernando Savater es la de la ética como amor propio.

Capítulo 1: El aprendizaje humano.

            Este capítulo trata sobre la importancia de llegar a ser un ser humano ya que muchas veces se piensa que por el hecho de que se nazca con esa naturaleza ya se es humano pero se está en un error porque el ser un humano se construye hasta llegar a ser el que eres tal como lo menciona Píndaro, un poeta griego, esto se consigue cuando se es capaz de hacer lo bueno, aprendiendo de lo malo y tratando empáticamente a los demás, es decir, tratando y comportándose como se quisiera que los demás lo hicieran.

            Así también nos muestra la importancia de adquirir nuevos conocimientos a lo largo de la vida, dichos conocimientos  se adquieren aprendiendo y enseñando, es ahí donde nace la humanidad, se aprende en base a las experiencias y se enseña mediante la socialización de las mismas.

            El autor hace una comparación del ser humano con los animales, menciona que el ser humano nace demasiado pronto, se nace sin saber lo que es realmente mientras que el chimpancé nace sabiendo lo que es y rápidamente aprende lo que va a hacer el resto de su vida, el chimpancé aprende a sobrevivir a una corta edad mientras que los humanos depende de otro ser que lo debe de proteger.

            El contraste entre el chimpancé y el humano es que el chimpancé debe de imitar a los más viejos, en cambio los humanos deciden a quien imitar y no son obligados a hacerlo, con esta diferencia se expone la manera en que se adquiere conocimiento que es mediante la socialización de los mayores con los pequeños.

            Ese proceso de enseñanza puede ser mediante los padres, que son los encargados de dar lecciones a sus hijos o de una persona capacitada profesionalmente para impartir conocimientos. El ambiente que se genere es vital para que se adquieran los conocimientos, en ambas situaciones debe de existir un balance para lograr los objetivos deseados.

            Se adquiere una verdadera educación cuando se aprende a analizar lo que se piensa, cuando se comprende la información, siempre se debe de enseñar lo que se sabe al que no sabe.

            Entre los autores que se presentan se rescatan los siguientes: Graham Greene, Píndaro, Desmond Morris, Robert Kouis Stevenson, Alfred L. Kroeber, Jerome Bruner, John Passmore  Como cita principal se rescata la siguiente: John Passmore en su filosofía de la enseñanza dice: “Que todos los seres humanos enseñan es, en muchos sentidos, su aspecto más importante: el hecho en virtud del cual, y a diferencia de otros miembros del reino animal, pueden transmitir las características adquiridas. Si renunciaran a la enseñanza y se contentaran con el amor, perderían su rasgo distintivo.” Con esto nos enseña que como humanos debemos de enseñar los conocimientos que ya dominamos a los que no saben, haciéndonos así diferentes a los animales.

            La enseñanza de este capítulo es la combinación de lograr ser lo que debemos ser y transmitirlo a los demás, el vehículo que nos traslada a ser verdaderamente humanos es la educación, es con el aprendizaje que se adquiere una identidad y siempre se debe de compartir lo aprendido para así nunca dejar de aprender.

Capítulo 2: Los contenidos de la enseñanza.

          Los humanos adquieren sus destrezas por lo que enseñan los demás o por la genética, esto es que se nace con la necesidad de adoptar las destrezas que poseen los demás, se comienza con destrezas básicas para sobrevivir y a medida que se crece, se adquieren nuevas habilidades.

            La educación enseña que no se es único el ser humano sino que se tiene un círculo de personas de las que se aprende, también enseña que nacemos en un linaje ya establecido por lo que no se es el iniciador del mismo y se nace dentro de una serie de tradiciones y mitos en los que se va a vivir.

            Existen dos grandes descubrimientos que son el tiempo y la sociedad, el primero es el invento más determinante debido a que a través del tiempo los humanos planean lo que quieren ser, amplían su panorama y se traza el momento y a donde se va a llegar. En la educación el tiempo es importante porque así se lleva una cronología de lo que ya se aprendió, de lo que se está aprendiendo y de lo que se va a aprender y la sociedad es el entorno y las personas con las que el humano compartirá su vida.

            Los tiempos que se viven actualmente permiten que los jóvenes enseñen a los mayores aunque comúnmente es al revés, esto es porque a medida que pasan los tiempos, todo va avanzando y se renueva constantemente, pero la experiencia es el conocimiento más valioso que los mayores pueden compartir, debido a que la experiencia trae consigo grandes descubrimientos.

            La enseñanza comienza en la casa en el momento que los padres enseñan a los hijos a hablar y comunicarse, también pueden transmitir conocimientos que ellos posean pero se ven limitados cuando tienen que enseñar algo que ellos desconocen.

             La escuela nace para cubrir esa necesitad de enseñar conocimientos más avanzados y específicos que no se enseñan en el hogar, es por eso que se capacitan a personas aptas para enseñar conocimientos instrumentales. La enseñanza debe promover la formación personal de los alumnos así como la cognitiva.

            Los maestros deben enseñar a aprender para así lograr que los aprendizajes se pongan en práctica y no solo se queden en la mente de los alumnos, de igual manera la educación debe estar orientada a los valores porque las destrezas y conocimientos sin valores vienen a ser inútiles.

Capítulo 3: El eclipse de la familia.

            Los niños experimentan en primera instancia la influencia educativa en su familia, esto lo convierte en un miembro relativamente estándar de la sociedad. Los padres son los principales actores al trabajar la socialización que ayudara al niño en las situaciones de la vida, pero en la realidad nos damos cuenta que esa socialización está siendo puesta en segundo plano actualmente, afectando el aprendizaje primario en la familia y repercutiendo en la socialización secundaria.

            En el capítulo el autor menciona diversos autores, entre ellos están: Goethe, Juan Carlos Tedesco, André Gide, Cioran, Bruno Bettelheim, San Juan Crisóstomo.

            Juan Carlos Tedesco: «Los docentes perciben este fenómeno cotidianamente, y una de sus quejas más recurrentes es que los niños acceden a la escuela con un núcleo básico de socialización insuficiente para encarar con éxito la tarea de aprendizaje. Para decirlo muy esquemáticamente, cuando la familia socializaba, la escuela podía ocuparse de enseñar. Ahora que la familia no cubre plenamente su papel socializador, la escuela no sólo no puede efectuar su tarea específica con la tarea del pasado, sino que comienza a ser objeto de nuevas demandas para las cuales no está preparada.»

            Tedesco explica la función socializadora de la familia y hace un comentario sobre la falla existente en la actualidad en la función de la familia, nos damos cuenta que al ser la familia la base para la enseñanza, un cambio o una resquebradura en su papel puede ocasionar caos en los eslabones de la cadena y lo que pudo ser una educación eficaz llega a ser mediocre.

            Bruno Bettelheim, «Ya no podemos o queremos basar el aprendizaje académico en el miedo. Sabemos que el miedo cobra un precio tremendo en forma de inhibición y rigidez. Pero el niño debe temer algo si queremos que se aplique a la ardua tarea de aprender. Opino que, para que prosiga la educación, los niños tienen que haber aprendido a tener miedo de algo antes de ingresar en la escuela. Si no se trata del miedo a condenarse o a ser encerrados en la leñera, entonces en estos tiempos más ilustrados tiene que ser, cuando menos, el miedo a perder el amor y el respeto de los padres (o más tarde, por poderes, el del maestro) y, finalmente, el miedo a perder el respeto a sí mismo.»

            Bettelheim explica como el miedo hoy en día es considerado peligroso no solo en la educación ya que puede provocar timidez y otros problemas emocionales, pero los antecedentes nos prueban que el miedo controlado puede ser favorable en el aprendizaje, puede ser el motor que impulse al niño a superarse, a querer aprender más, a seguir adelante. A veces nos preocupa tanto el miedo que creemos que sumergir al niño en un mundo perfecto donde nada malo pasa lo ayudará y termina siendo lo contrario, hacemos niños demasiado confiados y conformistas, que no temen perder nada. Es importante considerar en el proceso de enseñanza el miedo, miedo a defraudar a los padres y así mismo, miedo a no lograr las metas, miedo a la mediocridad.

            Lo que se aprende en la familia tiene grandes repercusiones, en los casos favorables permitirá al niño sobreponerse a las adversidades que la vida presenta, pero en los casos desfavorables puede sembrar en el niño prejuicios que estarán arraigados fuertemente y muy difícilmente podrán quitarse. En la actualidad la función de la familia está siendo relevada por la televisión, quitando autoridad a los padres que son los responsables de la enseñanza en este contexto.

            La lectura cuenta la realidad en que están viviendo las familias, centrándose más en lo que no les gusta de la escuela o esperando que el docente enseñe lo que ellos debieron enseñar desde casa. Es bien sabido que la primera escuela es la familia, pero que ocurre cuando la familia no cumple su función, queda entonces en el docente hacer de maestro y de padre, pero este no es su papel. 

Capítulo 4: La disciplina de la libertad.

            Anteriormente el docente era visto como la máxima autoridad, se le respetaba y trataba con mucho reconocimiento, el maestro era duro, se podría decir que obligaba a los alumnos a estudiar con mano dura, al paso del tiempo nos damos cuenta que el alumnado consideraba ir a la escuela como mera obligación, un sacrificio y pérdida de tiempo. Los niños pierden la voluntad de hacer lo que quieren por ir a la escuela ya que sus padres los mandan cuando deberían ir porque quieren enriquecer sus conocimientos, deberían tener el poder de elegir ir a la escuela porque quieran hacerlo. El docente es el principal actor para que esto pueda suceder, sin la educación regresaríamos nuevamente a la opresión de la cual apenas logramos salir, la ignorancia.

            El objetivo de la educación es formar ciudadanos capaces de hacer algo por ellos mismos, que puedan debatir y defender sus puntos de vista, no se educa con un patrón, se educa con libertad.

            La escuela es un lugar de aprendizaje, donde el niño tiene la libertad de desarrollarse a su forma, no se puede educar por medio de la oposición, se deben formar ciudadanos libres, si el maestro lleva a cabo su clase con la mirada puesta en obligar a los alumnos a aprender cueste lo que cueste no lo logrará, en cambio si su objetivo es guiarlos en el proceso de autodescubrimiento por medio de diversas estrategias, materiales, herramientas, entre otros recursos, ellos llegarán a amar la escuela.

            Al educar no se crean adultos que deben de seguir un estándar en concreto ni se le debe de limitar a los alumnos a ser ellos mismos sino que deben de destacar por ser lo que son realmente.

            En muchas situaciones el alumno aprende y adquiere el gusto por aprender debido a la manera en la que el docente imparte la materia no tanto por el gusto que el alumno le tenga a la misma.

            En las escuelas nos encontramos maestros que buscan hacer a sus estudiantes iguales a ellos, tienen un patrón del cual se rigen en la enseñanza; se debe considerar la opinión del alumno, sus habilidades, sus conocimientos, sus valores. Hoy en día el maestro no recibe el mismo nivel de respeto que antaño, eso no quiere decir que sus capacidades sean menores, es solo que nos hemos evolucionado como sociedad y no se pueden llevar a cabo las mismas prácticas educativas ya que la comunidad no es la misma, los contextos no son los mismos, los medios no son los mismos. El maestro se adapta  la nueva realidad sin perder su autoridad.

Capítulo 5: ¿Hacia una humanidad sin humanidades?

          Cada momento genera propios miedos a lo que pueda pasar, a medida que el tiempo avanza se esperan sucesos peores y en la educación uno de los mayores temores es que se eliminará el enfoque de la historia, la literatura y la filosofía de los planes de estudio a pesar de que son fundamentales para el desarrollo humano.

            Actualmente las ciencias de la tecnología y la comunicación juegan un papel importante en la educación y son utilizadas más frecuentemente que las teorías especulativas haciendo que se crea que estas son una pérdida de tiempo.

            El humanismo busca crear un pensamiento crítico en loa alumnos, que sean curiosos por los nuevos aprendizajes, que razonen de manera lógica y rápida, que sean sensible a diversos temas y sobre todo que tengan el gusto por aprender.

            Todo maestro que imparte una asignatura debe de estar totalmente capacitado, debe de aprenderla y dominarla totalmente para así poder compartir y transmitir el e interés por dicha materia logrando transportar a los alumnos de la ignorancia al conocimiento.

            La tarea del maestro que imparte la asignatura es el despertar el deseo por aprender la materia, provocando el placer por aprender y la curiosidad de descubrir cosas nuevas, el maestro debe ayudar a los alumnos a crecer y a desarrollarse creando planes de enseñanza que garanticen la adquisición de aprendizajes. También debe de captar la atención del alumno con estrategias como juegos o anécdotas, debe olvidar que él ya sabe para poder lograr que los alumnos aprendan.

            Los alumnos deben de generar preguntas al maestro y preguntarse a ellos mismo sus dudas, deben de interesarse por las narraciones y la literatura, deben de permanecer en constante lectura, haciendo de la lectura un hábito indispensable en sus vidas.

            Los aprendizajes deben de ir acompañados por el gusto de aprender y por la curiosidad para que el momento en el que el maestro no esté presente, el alumno sea autodidacta y aprenda por el mismo, tarea que hoy en día es sencilla ya que vivimos en la época de la información, es decir, que se puede encontrar la información con unos cuantos clics y al momento, sin necesidad de buscar en bibliotecas.           

            La educación se encuentra en manos de los educadores debido a que son los que acercan a los alumnos a los aprendizajes es por eso que tienen una gran responsabilidad de estar siempre perfectamente capacitados.

Bibliografía.

Díaz, C. (11 de diciembre de 2018). Historia-Biografía. Obtenido de Historia-Biografía: https://historia-biografia.com/fernando-savater/

Savater, F. (1997). El valor de educar. Barcelona: Ariel S.A.

 

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